Ya hemos hablado en posts anteriores de la competición universitaria internacional Solar Decathlon, y de como ésta fomenta la construcción sostenible y el uso de energías renovables.
Se esta apostando fuerte por esta competición, cuyo espíritu fundamental es educar, concienciar y sensibilizar de la importancia de poner la tecnología más puntera al servicio de la eficiencia energética. Pues bien,el año pasado se celebró por primera vez “Solar Decathlon América Latina y Caribe” en Cali, y la propuesta del equipo ganador, una casa bioclimática llamada Casa Uruguaya, merece nuestra atención.
“Más por Menos”, ese es el punto de partida del equipo ganador. Construir casas más confortables con menos recursos y con un menor consumo de energía.
Un punto de partida inteligente y que muchos compartimos acompañado, además, de la intención de educar a los usuarios en el correcto uso de la energía con hábitos de consumo responsables.
La propuesta: Una casa bioclimática al alcance de todos
Además de los objetivos ya mencionados, el proyecto de la Casa Uruguaya busca ser una vivienda con la innovación y tecnología necesarias para auto abastecerse y así mejorar la calidad de vida de los contextos sociales más críticos.
Siempre merece la pena recordar que la sostenibilidad es medioambiental, económica y social.
La vivienda fue diseñada para ser una construcción sostenible, funcional y confortable, pensada para familias numerosas.
El Diseño: Una Casa Bioclimática e Inteligente
La propuesta ganadora es una casa bioclimática de tan solo 75 m2.
Una casa dentro de una caja
La casa propiamente dicha está bajo un sobre-techo, una segunda piel que responde a las necesidades de protección del sol propios de los climas tropicales, la protege del sol en el verano y reduce la incidencia de los vientos mas fríos en el invierno.
Además, el techo está impermeabilizado con un nueva pintura blanca experimental altamente reflectiva que contribuye a evitar el calentamiento de la cubierta.
El diseño se completa, en las orientaciones este, oeste y sur, con una pérgola vertical formada por listones de madera, separada 60 cm de la casa para actuar como una fachada ventilada transitable.
Esta protección reduce al mínimo la incidencia del sol directo en las paredes de la casa reduciendo así la temperatura del ambiente de manera natural, regula los procesos térmicos y ralentiza el efecto del viento alejándolo de la fachada principal.
Grandes ventanales, protegidos por aleros que permitan la entrada de sol sólo en invierno, aseguran una buena iluminación natural en todos los espacios con el objetivo de reducir el consumo de iluminación artificial durante el día. La luz artificial está íntegramente formada por tecnología LED.
Otra de las grandes apuestas del equipo fue la incorporación de la domótica para lograr una mejor eficiencia energética de la casa y un mayor confort para los usuarios.
El sistema permite controlar desde un mismo lugar o desde un teléfono móvil todos los sensores de la casa, las luces y las partes móviles de la misma.
La vivienda dispone de parte móviles que permiten la ventilación entre el techo principal y el sobre techo para eliminar el exceso de calor. Además estas disponen de sensores que las cierran automáticamente para evitar el ingreso de agua de lluvia.
Tras obtener el primer premio en la competición Solar Decathlon América Latina y Caribe 2015, la casa bioclimática Uruguaya se ha convertido en una vivienda modular totalmente construida en madera, basada en los mismos principios que la original y que hoy en día es una realidad.
