La contaminación de los últimos días en la capital de España vuelve a protagonizar las principales noticias. No es la primera vez ni será la última que tengamos que escuchar, o sufrir, las medidas paliativas que plantean las administraciones para resolver a corto plazo un problema que no es nuevo y que no desaparecerá a menos que se lo tomen en serio.
Son muchas las veces que hemos hablado de la contaminación ambiental, de como afecta a la calidad del aire exterior y también a la calidad del aire interior. Porque, el aire contaminado exterior no se queda en la puerta de nuestras casas, a no ser que tengamos la suerte de vivir en una PassiveHaus, es un problema que nos afecta 24 horas y que ha de ser una prioridad para nosotros y por tanto para nuestros políticos y legisladores.
¿Es posible disminuir la contaminación de nuestras ciudades?
Por supuesto que es posible, pero como todo lo que merece la pena requiere un esfuerzo por parte de todos. Los países nórdicos, que se toman más en serio que nosotros estos temas , tienen cientos de programas con objetivos tan ambiciosos como el de la ciudad de Oslo de conseguir ser carbono neutral en 2050.
Pero lo mejor es que, en Oslo, no se han quedado en redactar un programa, lo están poniendo en marcha con propuestas tan interesantes como los autobuses alimentados por biometano de aguas residuales humanas, demostrando así que sus ciudadanos pueden contribuir a conseguir una ciudad más verde sin siquiera darse cuenta.
¿Que es el Biometano?
El biometano es un subproducto de las aguas residuales tratadas o de de diversos tipos de materiales orgánicos, como residuos agrícolas y alimenticios, estiércol animal… Los microbios descomponen la materia prima, a través del proceso de fermentación anaeróbica y liberan el biogas, que es orgánico e inodoro, ya que más de la mitad (50-65%) de su composición se compone de metano y 30-45% es dióxido de carbono, gases naturalmente inodoros.
Pero, para que el biogás se use como combustible en los motores, debe refinarse, es decir, purificarse a partir de componentes no deseados, de modo que consista en 96-98% de metano. Esto, por supuesto, se logra mediante procesos químicos, luego puede usarse en motores ligeramente modificados.
Las ventajas del usar biometano como combustible en el transporte urbano son claras:
- Es uno de los combustibles que menos carbono emite, emitiendo además un 78% menos de óxidos de nitrógeno y 98% menos de partículas finas que el diesel.
- Es fácil de producir.
- Es más barato que cualquier otro combustible.
Si bien las emisiones netas de un autobús operado con biometano son cero, si que es necesario el uso de electricidad en la planta de aguas residuales para convertir el gas de los residuos en combustible para los autobuses. Teniendo en cuenta ese consumo de electricidad, el Ayuntamiento de Oslo calcula que las emisiones de carbono por autobús son de 18 toneladas por año, un ahorro de 44 toneladas de CO2 por autobús por año. De hecho Anne Merete Andersen, responsable de la empresa de transporte público de la ciudad nórdica, ha afirmado que:
Si los 400 autobuses de Oslo funcionaran con biometano se reducirian las emisiones de CO2 en 30.000 toneladas al año
Pero Oslo no es la única ciudad que aspira a ser más verde mediante la reducción de su contaminación ambiental gracias al uso del biogás en su transporte público. Multitud de ciudades europeas han puesto en marcha iniciativas similares, ciudades como Estocolmo, Malmö, Linköping, Bristol o Lille en Francia donde llevan más de 25 años con esta iniciativa.
Esperemos que días como estos en Madrid nos hagan reflexionar a todos, especialmente a los responsables de las políticas locales, para que planteen medidas preventivas contra la contaminación y no sólo medidas paliativas cuando la situación se vuelve insostenible.
De momento tendremos que conformarnos con poner nuestro granito de arena personal circulando a pie o en bicicleta cuando la contaminación de nuestras ciudades nos lo permita…porque la salud es lo primero!