Desde hace unos meses es fácil encontrar en publicaciones y periódicos este concepto:
Sitting is the new smoking
Ya sea en artículos generales, de salud o de arquitectura, la idea de que estar sentado puede ser tan perjudicial para la salud como fumar está cada vez más presente en los medios.
Que la inactividad es peligrosa no es algo nuevo, de sobra sabemos que no practicar actividad física de forma regular puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades o agravar las existentes. Lo que sí es nuevo es el creciente interés que demuestran los medios por el asunto y por la relación que tiene con los espacios de trabajo y con la idea de oficina saludable.
Independientemente de los negocios específicos, las oficinas comparten muchas similitudes. Una de esas similitudes es una cultura sedentaria, y los estudios demuestran que pasar muchas horas al día sentado está teniendo un gran impacto en la salud de los empleados. Un impacto que se se traduce en una disminución de calidad de vida para las personas y un descenso de productividad, competitividad y, como consecuencia, de ingresos para la empresa.
Pero, ¿que podemos hacer para conseguir pasar menos horas sentados en el trabajo y conseguir una oficina saludable? Se trata de una pregunta que los precursores de la certificación de edificios saludables Well Building Standard® respondieron hace ya un tiempo con la intención de mejorar la calidad de vida y la salud de los trabajadores desde el diseño de los espacios en los que trabajan.
5 formas de conseguir una oficina saludable y “activa”
Introducir políticas o estrategias para promocionar la actividad física en el entorno construido y especialmente en los lugares de trabajo con la intención de fomentar la actividad física y reducir el sedentarismo, no es excesivamente complicado. Como todo sólo requiere un poco de interés y voluntad por parte de los agentes implicados…
Éstas son algunas de las prácticas que podemos aplicar:
- Escaleras más visibles y atractivas. El correcto diseño de las comunicaciones interiores de los edificios, incluidas las escaleras puede ser una manera fácil de incorporar períodos cortos de actividad física en la jornada laboral. Para fomentar un mayor uso, los pasillos y escaleras deben ser estéticamente agradables y de fácil acceso desde las rutas de mucho tránsito. Priorizar visualmente las escaleras frente al ascensor o generar escaleras con vistas atractivas del exterior son algunas de las posibilidades para conseguir una oficina saludable y “activa”.
- Promoción del deporte. Es fundamental incentivar la práctica deportiva diaria, ya sea incorporando espacios destinados a la práctica deportiva en los lugares de trabajo o promoviendo programas educativos y de concienciación.
- Un diseño exterior activo y atractivo. El diseño de los espacios exteriores de los edificios importa y mucho, ya que un exterior atractivo y con contenido puede ayudar a los trabajadores a hacer tomar las decisiones correctas, es decir, a pasear en sus ratos libres en lugar de quedarse sentados en sus ordenadores consultando las redes sociales.
- Incorporar facilidades para los usuarios del transporte activo. Si queremos que ir al trabajo en bicicleta sea una realidad, debemos incorporar a los edificios medidas que fomenten ese tipo de transporte, como aparcamientos cerrados para bicicletas con herramientas para mantenimiento o vestuarios para los usuarios.
- Acceso al mobiliario activo. Incorporar mobiliario de oficina que evite la permanencia prolongada, al tiempo que se mantiene la productividad del trabajo, es esencial para reducir el tiempo sentado durante la jornada laboral. Escritorios de altura regulable o puestos de trabajo activos son las opciones más efectivas, mientras que eliminar las sillas con ruedas o colocar el teléfono y la impresora a cierta distancia son las más económicas y sencillas.
Una oficina activa es una oficina más saludable, pero fomentar el ejercicio físico no es la única variable a tener en cuenta. Al igual que una vida sana se consigue con algo más que ejercicio físico, una oficina saludable es algo más que una oficina activa, y requiere del análisis y gestión de todos las factores que pueden afectar a nuestra salud, productividad y creatividad. ¿Por dónde empezarías?