Para conseguir nuestro objetivo de bajo consumo al abordar un proyecto Passivhaus o un proyecto de Edificio de Consumo Casi Nulo, es necesario prestar mucha atención a cuestiones como la continuidad del aislamiento, las características de las ventanas o el sistema de ventilación si no queremos sorpresas negativas. Sin embargo, hay una cuestión que en muchas ocasiones se obvia, y en un edificio Passivhaus es absolutamente imprescindible: la estanqueidad al aire.
Garantizar un buen aislamiento térmico en toda la envolvente no es suficiente. Si nuestro edificio tiene juntas o encuentros por las que se filtra el aire (lo más habitual en edificios convencionales) el rendimiento energético del edificio se desploma. No deben confundirse conceptos: los materiales que se suelen utilizar como aislante no impiden el paso del aire, así que es necesario tener claro que resolver un problema no resuelve automáticamente el otro.
Algunas de las zonas donde la estanqueidad suele fallar son el perímetro de los huecos, los encuentros de las instalaciones con el cerramiento o los encuentros del cerramientos con los forjados. Por lo tanto, es necesario hacer un estudio de la continuidad de la “línea de estanqueidad”, de manera que desde el diseño esté clara la resolución de la estanqueidad de cualquier superficie o encuentro que forme parte de la envolvente térmica.
Existen muchos productos de sellado, principalmente cintas especialmente diseñadas para adherirse con firmeza sobre las encuentros lineales o puntos aislados e impedir el paso de aire, pero también con métodos convencionales como los enlucidos de yeso (trabajados correctamente) es posible resolverlo.
Además de reducir el consumo, asegurar la estanqueidad de tu casa o edificio aportará otro 3 beneficios:
- Evitar la posibilidad de corrientes de aire transmitidas al interior los días de viento, así como diferencias de temperatura indeseadas entre diferentes zonas del edificio.
- Una buena estanqueidad protegerá al edificio contra la aparición de humedades. Al sellar los puntos débiles, impedimos el paso del aire frío del invierno, el responsable de las muy habituales humedades por condensación de los paramentos.
- Una vivienda estanca al aire es la mejor manera de aislar contra el ruido exterior.
Eso sí, para hacer nuestro edificio estanco, también debemos disponer de un sistema de ventilación de doble flujo, para asegurarnos que la renovación de aire interior es la idónea y evitar problemas de salubridad. Lo bueno es que en este sistema de ventilación es posible incorporar un recuperador de calor de manera que del aire expulsado podamos recuperar más del 80% de la energía utilizada para aclimatarlo. ¿Alguien da más?
Con el fin de comprobar la estanqueidad de un edificio es necesario realizar un ensayo Blower Door, en el que Passivhaus exige un nivel de 0,6 renovaciones de aire a la hora, mientras que un edifcio convencional suele llegar a un nivel de renovaciones hora de 15 (!!!)… Los números hablan por si sólos… y los resultados en confort térmico y ahorro energético aún más.