¿Crees que es difícil vivir en una casa más sana? Hoy intentaré dar 7 consejos fáciles para que puedas mejorar la “salud” de tu casa, de forma sencilla y sin grandes cambios:
1. Utiliza pinturas al silicato
Si tienes que pintar utiliza este tipo de pintura ya que es totalmente ecológica, no incluye ningún tipo de metal pesado y no libera gases perjudiciales. Además se obtiene de vidrio reciclado, es perfectamente impermeable al agua y transpirable al vapor. Si no, como mínimo utiliza pinturas con etiqueta Ecolabel. Casi todas las pinturas al agua la tienen, así que son muy fáciles de encontrar, pero incluyen pequeñas cantidades de metales pesados.
2. Elige bien el nuevo mobiliario
Si compras mobiliario nuevo, la madera maciza es la opción más sana, pero su precio suele ser elevado. Si optas por mobiliario a base de aglomerado de madera chapado, hay que tener en cuenta que las colas que se utilizan en el aglomerado liberan poco a poco y formaldehído en forma de gas, un conocido cancerígeno. Por eso, si no hay otra opción, hay que optar por muebles que estén chapados por todas sus caras (incluida la parte trasera) de forma que la liberación de formaldehído sea mucho más lenta y la ventilación normal de la casa pueda eliminarlo sin problemas.
3. Abre las ventanas por la mañana
Como ya os expliqué en el post La Calidad del Aire de mi Casa ¿Cuando debo ventilar? debemos ventilar nuestra casa adecuadamente para evitar la acumulación de contaminantes procedentes de mobiliario, pinturas… Hazlo sobre todo a primera hora de la mañana y evitando las horas centrales del día ya que en esas horas, la combinación de la contaminación y la radiación solar da como resultado grandes concentraciones de ozono troposférico.
4. Apaga el wifi cuando no lo uses
Es evidente que el uso del wifi se ha instalado en nuestras casas de forma generalizada, y aún no hay estudios que demuestren una relación directa entre la radiación que emite el wifi y algún tipo de patología. Sin embargo, la OMS sugiere precaución en cuanto a su uso hasta obtener estudios más fiables. Es por eso que lo ideal sería evitar el wifi en casa y acceder a la red a través de cable. Además existen dispositivos que permiten acceder a internet desde cualquier punto de la red eléctrica de tu casa donde haya un enchufe. Se llama PLC y son una opción barata que se vende en cualquier tienda de material informático. En caso de tener que recurrir al wifi por lo que sea, lo mejor es activarlo en el momento de su uso y desactivarlo después, y sobre todo, apagarlo antes de ir a dormir… ¡nos evitaremos 8 horas diarias de radiación innecesaria!
5. Utiliza Bioswitchs en la instalación eléctrica
Y diréis: ¿Eso qué es? Se trata de desconectores que se colocan en el cuadro eléctrico para evitar la carga electromagnética de la red eléctrica en nuestra vivienda ya que sólo permite el tránsito eléctrico cuando se requiere electricidad al conectar algún aparato. Con ello evitamos la contaminación electromagnética de la red eléctrica en aquellos circuitos que no estemos utilizando. Es una solución automática y muy fácil de instalar.
6. Si puedes, evita el aire acndicionado por conductos
Si pretendes instalar aire acondicionado, evita en la medida de lo posible las instalaciones por conductos, ya que en éstos se acumula polvo, ácaros y otros contaminantes que fácilmente se dispersan por el ambiente. Opta por una unidad independiente la cual permite limpiar todos sus filtros y no acumula contaminantes en zonas no limpiables. Además hay equipos que incorporan ionización negativa, la cual mejora la calidad del aire y refuerza el sistema inmunitario. Existen aparatos ionizadores independientes (pequeños y baratos), así que si ya tienes una instalación de aire acondicionado, son una buena opción para mejorar nuestro bienestar.
7. ¡Que entre la luz!
Deja entrar mucha luz en tu casa durante el día y evita la entrada de luz cuando estés descansando por la noche (incluso la luz del alumbrado de la calle). No se trata sólo de una medida psicológica, la luz diurna favorece la serotonina y dopamina, que nos estimulan y mantienen activos . En cambio, en ausencia de luz, aumenta la melatonina, que nos relaja y nos incita a dormir. La falta de un ritmo adecuado causa somnolencia matinal e insomnio por la noche, y desordenes de ese tipo durante un tiempo prolongado debilitan el sistema inmunitario.