Este último año hemos tenido tiempo de reflexionar, hemos pensado mucho en como hacíamos las cosas y muchos hemos llegado a la conclusión de que hacerlo mejor es posible. De ahí el boom sostenible y saludable que estamos viviendo. alimentación, moda, arquitectura… nada es ajeno a este cambio… tampoco el turismo.
El nuevo turismo sostenible parte de hoteles respetuosos con el medio ambiente y con sus huéspedes y muestra de ello son estos tres hoteles más que recomendables que tienen la certificación LEED Platinum.
Turismo sostenible en 3 hoteles LEED Platinum
LEED, Leadership in Energy and Environmental Design, es una certificación de edificios sostenibles creado por el US Green Building Council (USGBC) que garantiza que los edificios que la obtienen son respetuosos con el medio ambiente. Por tanto saber que un hotel tiene esa calificación, en cualquiera de sus niveles, es garantía de que es un establecimiento que aúna un edificio sostenible y prácticas de gestión encaminadas reducir su consumo y su huella de carbono…y con ello la huella de carbono de todos sus clientes.
En lo más alto de la clasificación están los edificios LEED Platinum que son aquellos que han conseguido más de 80 puntos de los 110 que tiene disponibles la certificación, y tres de ellos son hoteles que merece la pena visitar.
Avenida Sofía Hotel Boutique & Spa, Sitges – España-
Empezamos con el hotel que ha obtenido la puntuación más alta del planeta. Un hotel español ubicado en Sitges que utilizó en su construcción un 80% de materiales reciclados y reciclables.
El hotel tiene una alta eficiencia energética, siendo prácticamente autosuficiente gracias a sus placas solares que aportan el 80% del consumo anual de agua caliente, a su iluminación led bajo consumo y a su sistema de climatización con recuperación de calor que además filtran el aire interior mejorando su calidad y con ello la salud de sus huéspedes.
La electricidad del edificio se genera en parte con molinillos de viento y tanto el agua de lluvia como las aguas grises se tratan y reutilizan para el riego.
QO Amsterdam, Amsterdam -Holanda-
A 10 min de la estación central de Ámsterdam en una zona de la ciudad, llamada Amstelkwartier, se encuentra este hotel de 21 plantas resultado de un proyecto arquitectónico basado en el ahorro energético, la economía circular y la eliminación del concepto “desechable”.
El edificio está compuesto por un núcleo central de zonas de servicio que está rodeado por las áreas de alojamiento, distribuidas para garantizar la máxima exposición a la luz natural. Todas las habitaciones disponen de ventilación natural, la fachada es dinámica y cambia en función del tiempo, de la hora del día, de las estaciones y la calefacción se obtiene con energía geotérmica.
Pero lo verdaderamente relevante es el concepto de circularidad total. Parte de los alimentos utilizados en la cocina del hotel provienen de un gran vivero situado en el techo y un sistema de acuaponía asegura el suministro de fruta, verdura e, incluso, pescado.
Proximity Hotel, Greensboro, North Carolina -EEUU-
“Sentido común y un poco de ayuda del sol”, así es como se presenta este hotel con 100 paneles solares en la azotea que calientan el agua y cuyos diseñadores probaron cada uno de los sistemas de consumo de agua para conseguir ahorrar miles de litros anuales.
Este hotel, que en su construcción utilizó más de un 40% de materiales de producción local y en la que se reciclaron el 87% de los escombros generados, tiene un diseño que permite que el 97% del espacio ocupado disponga de iluminación natural. Sus ascensores son de propulsión regenerativa, es decir generan electricidad en el descenso para usarla en el ascenso.
Además y haciendo honor a su nombre afecta positivamente a su comunidad con la restauración de un arroyo cercano y el encargo a artesanos locales de la mayor parte de los muebles del hotel.
Así que, la próxima vez que busquemos hotel, elijamos y con ello premiemos a aquellos que han decidido hacerlo mejor, apostando por un turismo sostenible y una reducción del consumo de energía, agua y residuos.
El futuro del turismo es sostenible y empieza con una reserva consciente.