Ya ha pasado un año desde nuestra primera propuesta efímera para el festival Girona, Temps de Flors. El año pasado materializamos, en colaboración con Amical Wikimedia, una instalación en el Mirador del Passeig Arqueològic llamada “Jocs Florals” con más de 1000 gerberas naturales. Este año hemos vuelto a ser seleccionados para intervenir en uno de los puentes del río Onyar más representativos, y aquí os lo contamos (con la ayuda de algunas imágenes realizadas por los propios visitantes y publicadas por ellos mismos en instagram!) Bienvenidos al Pont d’en Gómez!
Rusc a L’Onyar (Colmena en el río Onyar), es el nombre de la propuesta, y se trata de una intervención paisajística que parte de una reflexión personal tras la experiencia del año pasado entre las multitudes que visitan el festival: Temps de Flors se convierte cada primeros de mayo en un gran evento donde, sin darnos cuenta, los ciudadanos tienen un comportamiento paralelo al de unos insectos fundamentales para la supervivencia de un cuarto de millón de especies de plantas florales: las abejas. Se mueven por el casco antiguo y por todo Girona, en busca de los montajes florales que llenan la ciudad, tal y como lo hacen las abejas en busca de las flores que llenan los campos. Y lo hacen en grupos que, sin ser plenamente conscientes, repiten patrones de conducta año tras año.
Con nuestra propuesta, esta reflexión se materializa en una “gran colmena” que cruza el río y que hace reflexionar al visitante sobre su individualidad en un evento popular, haciéndolo sentir una abeja en medio de un enjambre dispuesta a hacer un “trabajo” tan individual y colectivo como es visitar todos y cada uno de los montajes florales de Temps de Flors.
Para ello, más de 150 m de tela de arpillera de yute natural (tela de saco) de color amarillo intenso envuelven el puente y más de 600 flores de petunia forman parte de su interior, que junto con el juego de alternancias en el anclaje de las telas, conforman las celdas de la colmena.
Se trata de una actuación a tres niveles:
- A nivel ciudad… Un contador luminoso que refleja el resultado del conteo de personas en directo, recibe al visitante al final del puente y le hace comprender su participación en la instalación, y su implicación individual en el grupo, como un número más dentro del enjambre.
- A nivel de paisaje… el puente se convierte en una pieza contundente sobre el río, visible desde la distancia, que se relaciona con la imagen más representativa de la ciudad: las casas sobre el río Onyar. Su color intenso y su envoltura completa por la parte inferior generan reflejos en el río, que duplican la característica silueta del puente, y destacan su horizontalidad frente a la verticalidad de las atractivas fachadas.
- A nivel de espacio visitable… el montaje floral en el interior del puente, con su alternancia de huecos en los que se alojan las flores y la variación en la colocación de las telas, hace referencia a las celdas de la colmena y al trabajo de recolección.
Un éxito de visitantes y un placer participar de nuevo en Temps de Flors, donde arquitectura, paisaje y naturaleza se unen para el disfrute de todos.
Y por supuesto, un agradecimiento muy especial a Josep Lluís Manzanero, Arnau Duran, Laura Manzanero y Jordi Fábregas: Sense vosaltres no hagués sigut possible!