Cuando hablamos de casas en climas fríos, no solemos pensar en climas tan extremos como el del Ártico. Hace ya un tiempo se habló en ECOesMÁS de la sostenibilidad de un iglú, y en este post vamos a ir más allá y mostraros como es posible conseguir verdadero confort y sostenibilidad incluso en un clima tan extremo como el de Groenlandia. Se trata de un proyecto que consistía en crear una casa de 58 m2 limitando el impacto ambiental casi a cero, consiguiendo calidez y confort, a la vez que sostenibilidad y eficiencia, en un mismo lugar. Y todo ello, enfrentándose al frío del Ártico.
La casa, diseñada por el arquitecto Luca Gentilcore de LEAPfactory, con la colaboración de Ariston, está destinada a científicos que se dedicarán al estudio del cambio climático en la isla de Disko, en la costa oeste de Groenlandia. En un clima donde la temperatura en invierno puede llegar a los 50 grados bajo cero, trabajar sin un refugio apropiado puede ser incluso peligroso. Además, desde el principio la idea fue diseñar desde la sostenibilidad y el minimalismo, aprovechando los materiales y las instalaciones para reducir la energía consumida al mínimo y conseguir un alto nivel de confort y calidez para que hasta seis personas puedan trabajar en estas circunstancias.
El diseño interior cuenta con dos salas con equipamiento técnico para el trabajo, un baño, una habitación y una sala de estar, y cuenta, además, con una caldera diseñada para optimizar el consumo de energía a la hora de producir el agua caliente necesaria para consumo y calefacción. Un trabajo de construcción que empezó en Osimo (Italia) y que, pasando por Aaborg (Dinamarca), acabó dirigiéndose hasta Groenlandia en barco y se construyó en 20 días, con la ayuda de Yuanshuo “Andy” Huang de China, William Randaccio de Italia y Oleg Belly de Rusia, elegidos por un proceso de selección mundial entre instaladores profesionales.
En cuanto a los materiales usados, también se eligieron en base a criterios de sostenibilidad. La madera ayuda a soportar el clima del exterior y al viento, consiguiendo al mismo tiempo la sensación de calidez interior, y con un diseño a dos aguas que evite grandes acumulaciones de nieve en la cubierta. Los muros y la cubierta están compuestos por paneles de poliestireno extruido de alta densidad entre paneles de madera, seguida hacia el exterior de una funda impermeable y transpirable, revestida con una serie de tejas de aluminio. El suelo del interior está compuesto por una capa externa de fibrocemento ecológico y paneles de madera contralaminada, y un aislamiento de poliestireno extruido, con un aislamiento complementario de fibra de madera, entre paneles de madera contralaminada.
La entrada principal la encontramos en la sala de estar, y se trata de un gran ventanal de vidrio con vistas el paisaje blanco de Groenlandia, con un vidrio de altas prestaciones que, junto a los marcos de madera de haya de la carpintería, con rotura de puente térmico, se adapta a las necesidades térmicas.
Como puedes ver, se trata de un proyecto ambicioso que ha conseguido demostrar que, a pesar del clima y las circunstancias, es posible conseguir una casa de diseño minimalista, sencilla pero sostenible, cálida y confortable. Queda patente que la eficiencia energética y la sostenibilidad son más que posibles… sea donde sea…