Cuando pensamos en un pavimento sostenible hecho con materiales naturales normalmente nos vienen a la cabeza el corcho o la madera, pero las posibilidades son muchas y muy interesantes (puedes ver este post anterior). Una de ellas es el Linóleo, una opción de pavimento sostenible y natural bastante desconocida pero que tiene grandes prestaciones y muchas posibilidades estéticas.
Un pavimento natural
El linóleo es un material fabricado principalmente con materiales naturales, en su mayor parte linaza seca y molida mezclada con otros materiales vegetales como el serrín o el corcho molido y pigmentos que aportan el color.
Tradicionalmente el linóleo lleva en su reverso un tejido de yute y se coloca con adhesivos, que para mantener el carácter sostenible del pavimento deben poseer una eco-etiqueta que certifique que no van a crear problemas en la calidad del aire.
No obstante, y a pesar de ser un material tradicionalmente natural, hoy en día algunos fabricantes están sustituyendo la linaza por tall oil, un subproducto de la fabricación del papel que puede introducir en el material sustancias químicas, algunas de ellas potencialmente peligrosas como el benceno, el acetaldehído o el formaldehído. Por ello y, como en todo, es fundamental informarse de las características de los materiales, su composición y procedencia antes de adquirirlos y dejarlos entrar en nuestros hogares.
Una buena idea, siempre, es buscar pavimentos de linóleo con etiquetas medioambientales como el Ángel Azul, el Cisne Blanco o la internacional Natureplus… ¡no es difícil encontrarlos!
Un pavimento sostenible y saludable
El linóleo es además un producto respetuoso con nuestra salud y la del planeta por muchas razones:
- Más del 80% del linoleo esta hecho con recursos renovables o materiales reciclados.
- Es 100% biodegradable (siempre y cuando se coloque con los adhesivos adecuados)
- No utiliza ni libera PBTs (sustancias persistentes, bioacumulativas y tóxicas) durante su fabricación ni durante su vida útil, tan perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.
- Es un material con propiedades hipoalergénicas, gracias a que es antiestático y repele la suciedad y las partículas pequeñas.
- No se pueden utilizar para su limpieza productos químicos agresivos, lo que se convierte en una ventaja para la salud de los usuarios
Un pavimento decorativo
El desconocimiento general del linóleo, que por sus propiedades resistentes parece solo apto para edificios públicos o comerciales, hace que no sea un habitual en los edificios residenciales.
Sin embargo, hoy en día se pueden encontrar en el mercado opciones de pavimentos de linóleo que nos ofrecen amplias posibilidades estéticas. Muy interesantes son las de Meister, Forbo y Armstrong, las tres disponen de pavimentos de linóleo certificados con eco-etiquetas.
Es versátil y continuo, lo que lo convierte en una excelente opción para todo tipo de diseños interiores, desde los mas tradicionales hasta los más diáfanos o minimalistas.
Es además resistente y duradero, presenta buenas propiedades de atenuación acústica, y es muy asequible económicamente hablando.
En resumen, una opción de pavimento sostenible y saludable a tener en cuenta para todo tipo de intervenciones… también en las viviendas. Eso sí, sin olvidarnos de dos cosas:
- Que sea un producto certificado con etiqueta medioambiental (también el adhesivo) para que de verdad sea un pavimento sostenible y natural.
- Que lo instale un profesional experimentado que nos garantice un pavimento bien terminado y duradero.
No lo dudes… el linóleo es una gran opción!