Con ECOESMÁS queremos mostrar cómo la arquitectura sostenible y la arquitectura de calidad pueden (y deben) ir unidas. Y por eso hoy hablamos de una casa pasiva nominada en los últimos premios Mies Van der Rohe, que premian la excelencia en el ámbito de la arquitectura europea. Se trata de Equinox House, un proyecto del estudio búlgaro Ignatov Arquitects.
La vivienda aprovecha las impresionantes vistas hacia el sur a la vez que evita interponerse en la visión mostrando una cubierta vegetal que recupera el 95% del suelo ocupado por el edificio con un manto vegetal. Esa posición en el acantilado la protege de los vientos del norte y permite aprovechar todo el soleamiento, lo que sumado a un gran aislamiento la convierten en una casa pasiva ejemplar.
Las casas pasivas son viviendas que minimizan el uso de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración aprovechando las condiciones climáticas y de soleamiento del lugar. En este caso, se ha conseguido un resultado excepcional desde el punto de vista energético gracias a:
- La posición semienterrada de la vivienda que la aísla del entorno y la protege de los vientos del norte
- La cubierta vegetal, que aparte de ofrecer una imagen natural, aporta un gran aislamiento e inercia térmica
- El uso de acristalamiento a base de vidrio triple y cerramientos super-aislantes, que evitan las pérdidas térmicas
- La inclinación de la fachada que coincide con el angulo del sol de medio día en el solsticio de verano
- Un sistema de ventilación con recuperación y paneles solares que alimentan al sistema de refrigeración y calefacción
- La recogida de aguas pluviales y su reutilización
Todas estas medidas consiguen adaptarse a los estándares Passive House, reduciendo el consumo de la vivienda a 15 kWh/m2, aproximadamente un 85% menos que una vivienda convencional.
En la ejecución de la parte exterior de los cerramientos se ha utilizado piedra de la zona, la cual, junto con la madera utilizada en los marcos de los huecos practicables, suaviza la contundencia de la superficie acristalada.
El acceso se realiza a través de una pequeña puerta situada en la cubierta que da paso a un espacio diáfano interior totalmente abierto a las vistas y al mar, en un recorrido asociado al descenso natural del acantilado.
Una casa pasiva, un resultado espectacular y una nominación a los Mies Van Der Rohe. Así es Equinox House
Imágenes por Rossen Donev