Son muchas las ciudades que hoy disponen de planes de movilidad urbana, planes con decenas de ideas, en su mayoría de buenas ideas encaminadas a conseguir una movilidad más eficaz, lógica y sostenible. Algunos de estos planes incluso llegan a plantear propuestas para reducir los desplazamientos en las ciudades o disminuir las desigualdades sociales, lo que casi siempre trasciende los límites de sus competencias por afectar a cuestiones relacionadas con los usos del suelo y por ello de planeamiento urbano. Y todos sabemos que cuando alguna idea afecta a más de una materia las facilidades para materializarla disminuyen y con ellas las posibilidades de ponerla en marcha.
Por todo esto me parece interesante exponer el plan de movilidad urbana de Bogotá, o como ellos lo llaman Plan Maestro de Movilidad (PMM) porque no solo plantea soluciones al problema del transporte urbano y regional sino que vas más allá involucrando a administración y sociedad en un proyecto para conseguir una “ciudad moderna, ambiental y socialmente sostenible”.
El punto fuerte de la propuesta es el nuevo Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), es el proyecto de mayor trascendencia para la movilidad de la ciudad, pues constituye la transformación del esquema tradicional de transporte público en un sistema regulado e integrado, que ofrece a los ciudadanos la posibilidad de contar con un servicio de calidad, accesible y adecuado a las necesidades. Este sistema incluye el TransMilenio y la red ciclista “Ciclorutas”.
El TransMilenio es un sistema de transporte público que dispone de carriles exclusivos ubicados en el centro de las grandes avenidas de la ciudad, separados físicamente de los carriles de uso mixto. Con el fin de ordenar el tránsito y darle velocidad al sistema TransMilenio, se construyen estaciones diseñadas especialmente para facilitar el acceso rápido y cómodo de los pasajeros, las estaciones son los únicos puntos de parada para recoger y dejar pasajeros; son espacios cerrados y cubiertos.
Respecto a la red ciclista, Bogotá cuenta con 376 kilómetros de CicloRutas, de hecho es una de las ciudades del mundo más amigable para los ciclistas, además el plan prevee la construcción de 145 kilómetros más, el mantenimiento y la mejora de los existentes, la instalación de puentes peatonales, la instalación de “cicloparqueaderos” y la integración con el SITP.
Gracias a las medidas incorporadas, actualmente el 85% de los ciudadanos de Bogotá se desplazan en transporte público, a pie o en bicicleta.
Pero aunque parezca mentira no son estos datos lo más llamativo, sino lo que dentro del PMM se define como “Plan de Desarrollo Bogotá sin indiferencia. Un compromiso social contra la pobreza y la exclusión”. Con este proyecto además de conseguir una movilidad sostenible que contribuya a la mejora del medio ambiente y de la salud de los ciudadanos, se pretende reducir la segregación y la discriminación sociales, fomentando aquellos transportes que están al alcance de todos, el transporte público, la bicicleta o el simple hecho de caminar.
Se trata de mejorar la calidad y la seguridad de los autobuses y las vías peatonales y ciclistas para dignificar su uso de manera que resulte atractivo para ser usado por todos los estratos de la sociedad. De este modo todos los ciudadanos, sin importar sus recursos comparten una misma forma de desplazarse, una forma sostenible ambiental y socialmente.
No se de cual Bogota habla….la que yo conozco dista mucho de la que squi se describe