Todos los equipos instalados en un edificio consumen más o menos energía, y suponen un consumo continuado a largo plazo. Por ello, si queremos conseguir un edificio con una baja demanda energética y un bajo impacto ambiental es fundamental elegir equipos de alta eficiencia.
En el caso de los ascensores, la evolución en ese sentido ha sido especialmente importante, ya que con los años su diseño y funcionamiento ha ido dirigido a aumentar su eficiencia energética. Un ascensor se considera energéticamente eficiente cuando está compuesto por componentes dirigidos a reducir el consumo, el peso de los materiales que lo componen es bajo y además se optimiza la cantidad de usuarios por viaje en un mismo hueco de ascensor.
Un paso más en la eficiencia energética del ascensor
Todos los motores eléctricos tienen la capacidad teórica de funcionar como generadores, ya que cuando el ascensor está decelerando o reteniendo carga, el motor es capaz de generar energía eléctrica. Pero ¿cómo aprovechar esa posibilidad?
Incorporando un variador de frecuencia regnerativo al sistema de propulsión, el ascensor es capaz de aprovechar la capacidad del motor como generador y, en ciertos momentos de carga y contrapeso, generar energía eléctrica que vierte a la red eléctrica del propio edificio sin pasar por el contador eléctrico, por lo que podrá ser aprovechada por otros equipos instantaneamente. La energía generada es filtrada para que no suponga una distorsión armónica en la corriente y los equipos más sensibles queden protegidos.
Con todo ello este tipo de ascensores reducen un 75% el consumo respecto de los ascensores convencionales, y producen energía limpia, minimizando el impacto en la red eléctrica del propio edificio.
Los ascensores y las certificaciones ambientales
Todas las certificaciones ambientales y de eficiencia energética, como LEED, incluyen entre las cuestiones a tener en cuenta, el consumo de los equipos instalados, y los ascensores son equipos con una especial relevancia.
Por lo tanto, el uso de ascensores de propulsión regenerativa reduce de manera notable el consumo de energía final del edificio, y con ello, facilita el cumplimiento de las exigencias para conseguir certificaciones ambientales que garanticen que nuestro edificio es un edificio de consumo reducido y con un menor impacto ambiental.
Seguro que desde ahora, al subir en un ascensor, lo miráis con otros ojos… Y de eso se trata…