Mediante el empleo de una tecnología adecuada podemos conseguir que un objeto sea compatible con el medio ambiente. Esta afirmación no solo es cierta sino que cada vez encontramos más ejemplos que lo demuestran. Las nuevas posibilidades tecnológicas abren para el mundo del diseño nuevas vías para mejorar la eficiencia de sus productos, favorecer el ahorro energético o integrar más de una función en un objeto.
Cada día es mayor la difusión de las tecnologías caracterizadas por un bajo impacto ambiental. Un ejemplo de ello es la enorme relevancia que han ido adquiriendo en los últimos años aquellas relacionadas con las fuentes de energía renovables. Pero no estoy hablando de grandes extensiones de placas solares o de parque eólicos, sino de pequeñas piezas de diseño, de buen diseño, que no estén encaminadas a hacer negocio sino a resolver problemas cotidianos con eficacia y respetando el medio ambiente.
Os presento cinco ejemplos de diseños relacionados con la iluminación y las fuentes de energía renovables que aúnan calidad, tecnología y conciencia sostenible.
1.Energy Bucket
Los cubos ya no son solo para recoger agua, también pueden plantarse como recolectores de energía solar. Esta curiosa lámpara, diseñada por el italiano Stefano Merlo, con forma de cubo tradicional incluye una tapa revestida de paneles solares que recarga las bombillas de diodos LED de 1 KW alojados en el interior del cubo. Lo mejor, que puede utilizarse en cualquier sitio donde haga falta luz, ya que puede desplazarse fácilmente y no necesita tomas de electricidad.
2. Sky, de Luceplan
Este farol fotovoltaico para exteriores ideado por Alfedo Häberli que emplea células fotovoltaicas de última generación colocadas en la parte superior de la lámpara, la parte más expuesta a las radiaciones solares, que se cargan durante el día y suministran luz automáticamente al caer el sol. Este sistema esta disponible en dos versiones, de suelo y de pared, ambas con diodos LED de baterias recargables, sin cables eléctricos o de alimentación electrónica. A esto hay que sumar una consciente elección de materiales, aluminio para la estructura y policarbonato para los cuerpos luminiscentes.
3.Solar Street Lamp
El diseñador serbio Nicola Knezevic ha proyectado un sistema de alumbrado publico basado en la energía solar y coordinado digitalmente. La energía solar se acumula en un panel de células solares, incorporado al diseño de la farola y gestionado mediante el sistema MoSESS (Multi-Modal Sensor Systems for Environmental Exploration).
Pero lo realmente innovador es que, gracias a al empleo de una red informática, el sistema permite transportar la energía sobrante a los puntos donde se necesita, dado que las farolas están conectadas a la red eléctrica general. De esta forma no sólo se puede distribuir la energía según las necesidades sino que incluso se pueden prever usos diferentes a los de la iluminación pública.
4. Zeno, de Luceplan
Es un sistema de iluminación interior de suspensión o con plafones que mejora el consumo energético gracias al aprovechamiento inteligente de la luz solar y artificial. La luz solar atraviesa unas fibras ópticas hasta llegar al interior de la lámpara, donde se localizan dos fuentes de luz artificiales (una directa fluorescente y otra indirecta halógena). Cuando las variaciones de luz así lo exigen la luz solar es complementada por las otras dos. Además en el centro, se ha colocado una lente de Fresnel de vidrio enarenado que refleja la luz acumulada y mejora el rendimiento cromático y la intensidad luminosa.
5.Light Wind, de Demakersvan
Una farola para uso particular que se autoalimenta de energía eólica inspirada en los molinos de viento. Dos aspas de 2 metros de longitud captan cualquier cambio en las corrientes de aire, transformándolo en luz mediante una dínamo. La energía obtenida se acumula en una batería y sirve para alimenta la farola directamente o cuando sea necesario. Realizada con madera, acero y tejidos puede utilizarse en cualquier condición climática, siempre y cuando el viento este presente.
Con esta serie de objetos podemos desmontar un par de mitos, que tecnología, energías renovables y estética son incompatibles y lo puede parecer aún más difícil que las energías renovables no son aplicables a los objetos cotidianos.